No sé si se han dado cuenta, pero cuando llegamos a escuchar música que no gusta, ya sea favorita por unos meses o por años, nuestros latidos del corazón son tan salvajes y rápidos como cuando estamos disfranto hacer lo que tanto nos gusta.
Imaginate haciendo lo que realmente te gusta hacer, no sólo como hobby, sino algo que puedas hacer todos los días y piensa y observa qué tan feliz te sientes.
Ahora escucha una pieza de música, esa(s) que te hacen sentir emociones y pasiones.
Quizá no lo notes inmediatamente, pero la música hace que nuestros latidos de corazón, la presión y nuestra mente en el plano psicológico cambien. Quizá para bien o para mal. Todo depende de qué tan feliz te haga sentir la música o triste.
Entonces, aquí estás viendo que se trata todo del poder de nuestro pensamiento. Si piensas cosas tristes, se te irá la energía, pero si piensas feliz, o agradable, crearás más energía a tu cuerpo, comenzando por la mente.
¿Tiene sentido lo anterior? Espero que sí, porque a mi me pasa que hay canciones que están muy "bonitas", pero me hace pensar muchas cosas tristes y después de escucharla varías veces me siento sin ganas de continuar con lo que tenía planeado en hacer ese momento.
Pero cuando escucho canciones que hablan de "ver para el futuro con buena cara" o "disfrutar el momento", o temas similares, no importa la "calidad" de la canción o la pieza músical, me hace sentirme que lo puedo hacer todo lo que me proponga.
Entonces les invito a experimentar con sus pensamientos y tratar de evitar esas canciones que sabemos nos pondrán a pensar en el pasado y truncarnos el seguir buscando y terminar nuestras metas propuestas.
Recuerden, es un experimento, no estoy diciendo que jamás escuches canciones melancólicas, pero me interesa saber cómo te fue. Al menos hazlo por un mes. Si sientes que hubo una mejoría en tu vida, en cualquier ámbito, intentalo el siguiente mes, y así consecutivamente.
Imaginate haciendo lo que realmente te gusta hacer, no sólo como hobby, sino algo que puedas hacer todos los días y piensa y observa qué tan feliz te sientes.
Ahora escucha una pieza de música, esa(s) que te hacen sentir emociones y pasiones.
Quizá no lo notes inmediatamente, pero la música hace que nuestros latidos de corazón, la presión y nuestra mente en el plano psicológico cambien. Quizá para bien o para mal. Todo depende de qué tan feliz te haga sentir la música o triste.
Entonces, aquí estás viendo que se trata todo del poder de nuestro pensamiento. Si piensas cosas tristes, se te irá la energía, pero si piensas feliz, o agradable, crearás más energía a tu cuerpo, comenzando por la mente.
¿Tiene sentido lo anterior? Espero que sí, porque a mi me pasa que hay canciones que están muy "bonitas", pero me hace pensar muchas cosas tristes y después de escucharla varías veces me siento sin ganas de continuar con lo que tenía planeado en hacer ese momento.
Pero cuando escucho canciones que hablan de "ver para el futuro con buena cara" o "disfrutar el momento", o temas similares, no importa la "calidad" de la canción o la pieza músical, me hace sentirme que lo puedo hacer todo lo que me proponga.
Entonces les invito a experimentar con sus pensamientos y tratar de evitar esas canciones que sabemos nos pondrán a pensar en el pasado y truncarnos el seguir buscando y terminar nuestras metas propuestas.
Recuerden, es un experimento, no estoy diciendo que jamás escuches canciones melancólicas, pero me interesa saber cómo te fue. Al menos hazlo por un mes. Si sientes que hubo una mejoría en tu vida, en cualquier ámbito, intentalo el siguiente mes, y así consecutivamente.
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