{ ¿Estás cuidando bien tu carro? }


Si fueras a comprar un carro y nuevo—absolutamente nuevo—que este carro será el único que podrías estar manejando por el resto de tu vida, y que núnca podrás cambiarlo, núnca podrás reemplazarlo, y lo tendrás por siempre, ¿a poco no serías más cuidadoso de la forma en que cuidarás ese carro?
Si supieras que este automóvil en particular deberá durarte de por vida—toda tu vida—¿lo checarías más a seguido, no?



Bueno, ese es el caso con nuestro cuerpo. Hemos salido a la venta al nacer, y solamente uno. Lo que hagamos con el (o negamos hacer con él) afecta lo que pasará con nosotros a lo largo del camino, incluyendo—especialmente—ya sea que tengamos la energía necesaria para hacer el viaje una bomba (positivamente).

No hay comentarios.:

Slider Section

Submenu Section